La Fortaleza Helada, también conocida como Namhansanseong, es un sitio histórico situado en Corea del Sur. En el año 1636, tras la negativa del reino de Joseon a reconocer al nuevo emperador Qing, los manchúes invadieron por segunda vez la península coreana. Superado en fuerzas por el enemigo y sin apenas tiempo para escapar, el rey Injo se refugió en la fortaleza de Namhansanseong, al sur de la capital.
Un símbolo de resistencia y fortaleza
La Fortaleza Helada se convirtió en un símbolo de resistencia y fortaleza para los coreanos. La construcción empezó en 1624, durante la dinastía Joseon, y se extendió durante los siguientes 13 años. En su momento de mayor esplendor, la fortaleza llegó a tener una longitud de 12 kilómetros y cobijaba a más de 4.000 personas. Contaba con bodegas, pozos de agua, refugios y torres de vigilancia, lo que la convertía en un lugar perfecto para resistir un largo asedio.
Cuando los manchúes invadieron Corea, la Fortaleza Helada fue sometida a un asedio de más de un mes. Las fuerzas coreanas, dirigidas por Choi Myung-kil, resistieron valientemente el ataque enemigo. Sin embargo, finalmente la fortaleza fue tomada por los manchúes y el rey Injo fue hecho prisionero y llevado a la dinastía Qing.
Una visita a la Fortaleza Helada
La Fortaleza Helada es un lugar de gran valor histórico y cultural para los coreanos. Situada en las laderas de la montaña Namhansan, ofrece unas impresionantes vistas de los paisajes de los alrededores. La fortaleza está compuesta por varios muros y torres que conforman un circuito de 12 kilómetros de longitud. El mejor punto de partida para explorar la fortaleza es la entrada principal, llamada Paldalsan.
El recorrido puede llegar a ser exigente, ya que la fortaleza está situada en una colina y hay que subir escalinatas y caminos empinados. Sin embargo, merece la pena el esfuerzo, ya que se pueden visitar varios puntos destacados como la Torre de la Campana, la Torre de la Vigilancia Este y la Torre de la Vigilancia Oeste. También se pueden ver varios templos y santuarios que datan de la época en la que la fortaleza estaba en pleno funcionamiento.
Un lugar lleno de historia y leyendas
Además de su valor histórico, la Fortaleza Helada también está llena de leyendas y curiosidades. Se dice que algunos de los túneles que conectan las torres fueron construidos en secreto y que se utilizaron para transportar suministros y tropas. También hay historias sobre fantasmas y espíritus que habitan en la fortaleza, lo que le añade un toque de misterio a la visita.
En definitiva, la Fortaleza Helada de Namhansanseong es un lugar imprescindible para aquellos que visiten Corea del Sur. Su importancia histórica, su belleza natural y su encanto místico la convierten en una visita obligada para cualquier amante de la cultura y la historia.