La promesas por las que vivimos se publicó originalmente en 1938 y supuso una revolución en la manera de hablar sobre la economía y en él se afirmaba que la materia prima de la economía es la acción humana y las incontables decisiones que toman constantemente millones y millones de personas.
Pero si en realidad todo es muy complejo y sus causas son tan oscuras, ¿Puede el ciudadano común llegar a entender la economía? Según Harry Scherman, no solo es posible, sino que además ese es el objetivo principal del libro porque a decir verdad, ignorar cómo funciona la sociedad es sin dudas el principal obstáculo en el camino hacia el conocimiento de las fuentes del progreso humano.