La batalla del Ebro fue la más dura y sangrienta de cuantas se han librado en nuestro suelo, y sobre ella hay abundante documentación, partes de guerra y testimonios personales. Con todo eso, combinando rigor e invención, el autor más leído de la literatura española actual ha construido, no ya una novela sobre la Guerra Civil, sino una formidable novela de hombres y mujeres en cualquier guerra: un relato ecuánime y fascinante donde se recupera la memoria de nuestros padres y abuelos, que es también nuestra propia historia.
En la noche del 24 al 25 de julio de 1938, durante la batalla del Ebro, 2.890 hombres y 14 mujeres de la XI Brigada Mixta del ejército de la República cruzan el río para establecer la cabeza de puente de Castellets del Segre, donde combatirán durante diez días. Sin embargo, ni Castellets, ni la XI Brigada, ni las tropas que se le enfrentan en Línea de fuego existieron nunca. Las unidades militares, los lugares y los personajes que en esta novela aparecen son ficticios, aunque no lo sean los hechos ni los nombres reales en que se inspiran. Fue exactamente así como padres, abuelos y familiares de numerosos españoles de hoy combatieron en ambos bandos durante aquellos días y aquellos trágicos años.