Lucy Barton se siente aterrorizada por la situación que atraviesa su ciudad y decide abandonar Manhattan para refugiarse en un pueblo de Maine junto a su exmarido, William. Durante meses, ambos conviven solos y enfrentan juntos su complejo pasado en una pequeña casa junto a un mar impetuoso. Este periodo de aislamiento transformará sus vidas de manera irreversible.
Con una voz que transmite una “humanidad íntima, frágil y desesperada” (según The Washington Post), Elizabeth Strout explora los entresijos del corazón humano en esta novela revolucionaria y luminosa sobre las relaciones personales en momentos de soledad.
En el centro de esta historia encontramos la profundidad de los lazos que nos unen, incluso cuando estamos separados: el dolor compartido ante el sufrimiento de una hija, el vacío tras la muerte de un ser querido, la promesa de una amistad que recién comienza y el consuelo de un antiguo amor que sigue presente.
Lucy y William experimentan estos lazos en su máximo esplendor mientras se redescubren el uno al otro y descubren cosas nuevas sobre sí mismos. Las capas de su complicada relación se van desvelando a medida que comparten sus preocupaciones y recuerdos, y se dan cuenta de que su amor y su amistad son más sólidos de lo que pensaban.
A través de Lucy y William, Strout explora también cómo la soledad y el aislamiento pueden ofrecer oportunidades para el crecimiento y la transformación personal. En este periodo de quietud, ambos personajes tienen la oportunidad de reflexionar sobre sus vidas y tomar decisiones importantes sobre su futuro.
En definitiva, Lucy y el mar es una novela conmovedora y reveladora que demuestra el valor de las relaciones humanas en momentos de crisis. Con su estilo elegante y resonante, Elizabeth Strout nos invita a reflexionar sobre el poder del amor y la amistad para hacernos salir adelante.