“Niadela” es una obra escrita por Beatriz Montañez sobre su retiro en una cabaña de piedra en la que vivió por más de cinco años, alejada de la fama y del mundo moderno. En este libro, la autora comparte su proceso de sanación personal a través de la observación y conexión con la naturaleza.
Montañez narra su experiencia de dejar su vida pública como presentadora de televisión para vivir en soledad en una casucha antigua en el campo. Esta decisión fue motivada por la necesidad de tratar una herida profunda y antigua que ni la fama ni el dinero podían sanar. Montañez se mantuvo en su modesto refugio dedicada a escribir y a conectarse con la naturaleza de su entorno.
“Niadela” es un ejercicio excepcional de atención, observación y escucha de la naturaleza. A través de su escritura precisa y poética, la autora nos lleva en un viaje a lo largo del constante flujo de vida que surge a su alrededor. Desde su amistad con un zorro hasta la alegría de comprobar la supervivencia de un jabato huérfano, la escritura de Montañez se nutre de la fascinación por la belleza salvaje que la rodea.
El lenguaje poético de Montañez nos lleva a la comprensión de que la naturaleza se hace y se deshace entre las palabras, y por momentos lo animal se funde con lo vegetal, o lo mineral con lo atmosférico. A través de su escritura, la autora señala que solo la aceptación de nuestra propia insignificancia y la fascinación por la belleza salvaje pueden sanar las heridas que arrastramos en nuestra memoria.
En definitiva, “Niadela” es un libro que invita a detener el movimiento, separarse del grupo o de la tribu y aguzar la vista y el oído para entender lo que la naturaleza quiere contarnos. Es una historia de desposesión y de encuentro con una misma, dedicada a todos aquellos que sienten que necesitan un viaje inmóvil para encontrarse con la persona que son en realidad.