En un edificio residencial cerca de la playa, el joven saxofonista Luis Reigosa ha sido asesinado con una crueldad que sugiere un posible crimen pasional. Sin embargo, al investigar más a fondo, se revela que el músico no mantenía ninguna relación estable y que su casa estaba impecable, con las partituras ordenadas en los estantes y los saxofones colgados en las paredes.
El inspector de policía Leo Caldas, un hombre solitario y melancólico que también es consultor en un programa de radio, se hace cargo del caso. La investigación lo llevará desde el misterioso anochecer gallego hasta los humildes clubes de jazz. Lo acompaña su impetuoso ayudante Rafael Estévez, originario de Aragón y un tanto inadecuado para la irónica y ambigua Galicia. La misión de Caldas y Estévez es descubrir la verdad detrás del asesinato, mientras lidian con sus propios demonios internos.
Con la ayuda de este singular tándem Caldas-Estévez, la verdad finalmente sale a la luz, permitiendo al lector desentrañar el secreto que se oculta detrás de los Ojos de agua.