En septiembre de 1943 la joven Ella llegó como prisionera al campo de concentración de Auschwitz desde francia y la sanguinaria jefa del bloque de mujeres notó que tenía una caligrafía perfecta y la añadió a la Orquesta de Mujeres y gracias a su conocimiento de idiomas comenzó a trabajar en el Bloque Kanadá donde encontró numerosas postales y fotografías en los equipajes de los deportados y decidió escribir en ella sus historias para que nadie se olvide de quiénes fueron esas personas y con el paso del tiempo forjó amistad con las presas que pronto se convirtieron en parte importante de su vida.
Raquel García
Raquel es licenciada en Periodismo en la UCM. Desde pequeña, ha sido una ávida lectora y siempre ha disfrutado de sumergirse en mundos imaginarios a través de las páginas de un libro. Además, le encanta explorar nuevos lugares y culturas, y ha tenido la oportunidad de viajar a varios países en diferentes continentes. Actualmente, trabaja como redactora web y sigue descubriendo nuevos libros y lugares fascinantes.
