Al abrir la puerta de la oficina solo pude escuchar la frase estás contratada y luego salí sin darme cuenta del lío en el que me estaba metiendo y un malentendido complicó todo, pues cada día que pasa debo lidiar con un jefe que me odia y al cual quiero matar a veces y otras veces lo quiero comer a besos.
Por suerte me mantengo cuerda gracias a Jess y Douglas quienes me ayudan a ver la vida de otra manera y la verdad es que los necesito mucho y más ahora que Kate Rose ha estado haciendo lo posible por hundirme en el más horrible de todos los infiernos.