Estamos en Nápoles, la ciudad más impredecible del planeta. En el legendario barrio Mergellina, Francesco y Peppe Vitiello administran el no menos célebre restaurante Parthenope. Ofrecen buenos platos y aun mejores anécdotas. El inspector de policía Gianni Scapece, chef en sus horas libres y soltero empedernido a tiempo completo, trabaja en la estación de policía que acaba de abrir justo enfrente. Para él, es un bienvenido regreso a casa: nació en ese vecindario; en la hospitalidad de los Vitiello encuentra la calidez y la simplicidad que creía haber perdido.
Sin embargo, tanta buena estrella se desvanece de manera violenta: unas semanas antes de la Navidad, Nápoles se ve sacudida por el siniestro asesinato de un niño. Su cuerpo aparece literalmente sazonado por el asesino: lo unta con ajo, aceite y guindilla. ¿Qué esconde ese ritual macabro? ¿Dónde deben buscarse las cifras de ese mensaje? Para encontrar la respuesta, el inspector tendrá que excavar entre símbolos y leyendas, en las creencias de la cultura napolitana. Lo hará ayudado por la tenacidad de su jefe, el comisionado Carlo Improta, y por las crepitantes intuiciones de los Vitiello.
En la estela de la mejor tradición del thriller italiano, esa tradición encabezada por Andrea Camilleri que mezcla el género policial y la comedia, y que gracias a eso ofrece una pintura descarnada y comprensiva de los vicios y virtudes de una ciudad y su sociedad, en El asesino en su salsa Pino Imperatore da forma a una novela criminal de excepción. Con personajes emblemáticos y diálogos ajustados y luminosos, ofrece un fresco inolvidable de Nápoles, de su presente y su pasado, de su arte y sus costumbres, de sus mitos y sus bajos fondos.
Sin embargo, tanta buena estrella se desvanece de manera violenta: unas semanas antes de la Navidad, Nápoles se ve sacudida por el siniestro asesinato de un niño. Su cuerpo aparece literalmente sazonado por el asesino: lo unta con ajo, aceite y guindilla. ¿Qué esconde ese ritual macabro? ¿Dónde deben buscarse las cifras de ese mensaje? Para encontrar la respuesta, el inspector tendrá que excavar entre símbolos y leyendas, en las creencias de la cultura napolitana. Lo hará ayudado por la tenacidad de su jefe, el comisionado Carlo Improta, y por las crepitantes intuiciones de los Vitiello.
En la estela de la mejor tradición del thriller italiano, esa tradición encabezada por Andrea Camilleri que mezcla el género policial y la comedia, y que gracias a eso ofrece una pintura descarnada y comprensiva de los vicios y virtudes de una ciudad y su sociedad, en El asesino en su salsa Pino Imperatore da forma a una novela criminal de excepción. Con personajes emblemáticos y diálogos ajustados y luminosos, ofrece un fresco inolvidable de Nápoles, de su presente y su pasado, de su arte y sus costumbres, de sus mitos y sus bajos fondos.