EL DISCURSO COMO ESTRUCTURA Y PROCESO VAN DIJK, TEUN A.

El discurso es un elemento fundamental en la comunicación humana, y su estudio ha dado lugar al desarrollo de un nuevo campo interdisciplinario: los estudios del discurso. En este campo se analizan las estructuras lingüísticas y no lingüísticas que conforman el discurso y se exploran los procesos mentales que intervienen en su generación, comprensión y recuerdo.

En su obra “El discurso como estructura y proceso”, Teun A. van Dijk ofrece una profundización detallada en el análisis del discurso. A lo largo del libro, el autor explica cómo se organiza el discurso, cuál es la relación entre la forma discursiva y el sentido, y cuáles son las funciones del estilo y de la retórica en el contexto de la comunicación.

¿Qué es el discurso?

El discurso es un conjunto de enunciados ordenados en una secuencia coherente que apuntan a un propósito comunicativo. En otras palabras, el discurso es una estructura lingüística y no lingüística que se emplea para transmitir información, opiniones, ideas, etc. El discurso puede ser hablado o escrito, y puede encontrarse en una gran variedad de contextos comunicativos, como la política, el periodismo, la publicidad, la literatura, entre otros.

Desarrollo del campo interdisciplinario de los estudios del discurso

Los estudios del discurso surgieron como una respuesta a la necesidad de explotar los enfoques multidisciplinarios para poder analizar el discurso. Su origen se encuentra en diversas disciplinas, como la lingüística, la psicología, la sociología, la antropología, entre otras. Desde su surgimiento, los estudios del discurso han evolucionado a un campo de investigación interdisciplinario avanzado que ha generado un amplio abanico de teorías y enfoques metodológicos.

Estructuras lingüísticas propias del discurso

El discurso se caracteriza por tener una serie de estructuras lingüísticas específicas. En el discurso, los enunciados no se denominan “oraciones”, sino que se llaman “actos de habla”. Los actos de habla se organizan en secuencias que pueden concluir con un acto de habla final, que es el que cumple con la función comunicativa del discurso. En el discurso también es común la presencia de estructuras cohesivas, que permiten la conexión de diferentes partes del discurso y establecen una coherencia global.

Estructuras de otra índole en el discurso

Además de las estructuras lingüísticas, en el discurso también encontramos estructuras de otra índole, como por ejemplo, las estructuras retóricas. La retórica se refiere al estudio de la comunicación persuasiva y, por tanto, analiza los recursos lingüísticos y no lingüísticos que se emplean para persuadir al receptor. Asimismo, el estilo es otro elemento que se analiza en el discurso, ya que es una forma de crear una identidad discursiva propia y diferenciada.

Generación, comprensión y recuerdo del discurso

La generación del discurso se refiere al proceso mediante el cual se construye el discurso en la mente del emisor. La comprensión del discurso, por otro lado, hace referencia a la interpretación que realiza el receptor del discurso. Finalmente, el recuerdo del discurso se relaciona con la capacidad de la mente para almacenar y recuperar la información contenida en el discurso. Estos procesos mentales están interconectados y se combinan para dar lugar a la comunicación efectiva.

Funciones del estilo y de la retórica en el discurso

El estilo y la retórica tienen funciones específicas en el discurso que se relacionan con la creación de una identidad discursiva propia y diferenciada y la persuasión del receptor, respectivamente. El estilo se refiere a la manera única en que cada individuo construye y organiza el discurso, lo que a su vez influye en la forma en que se percibe su mensaje. Por su parte, la retórica estudia los recursos lingüísticos y no lingüísticos que se emplean para persuadir al receptor y, de este modo, conseguir que adopte determinadas opiniones o acciones.

Conclusión

El discurso es un elemento central en la comunicación humana y su estudio interdisciplinario ha dado lugar al campo de los estudios del discurso. A través de un análisis detallado del discurso, se pueden descubrir las estructuras lingüísticas y no lingüísticas que lo conforman y los procesos mentales que intervienen en su generación, comprensión y recuerdo. En este contexto, el estilo y la retórica tienen funciones específicas que contribuyen a la creación de una identidad discursiva propia y diferenciada y al logro de la persuasión del receptor, respectivamente.