Giuseppe Conti es muy atractivo y sexy como un ángel caído del cielo, pero al mismo tiempo es peligroso como el mismo demonio y siendo el hijo mayor de una familia, el negocio depende sólo de él, así que para protegerse de las arribistas ha dedicado su vida a ser frío y despiadado con las mujeres.
Para él las mujeres son solamente juguetes, pero cuando conoció a Alejandra y esta le es ofrecida como moneda de cambio, él la aceptó de inmediato porque ella provoca en él sentimientos fuertes y desconocidos, además él no quiere usarla y en realidad quiere que sea su esposa y la obligó a firmar un contrato de que si ella falla sus padres morirán y aunque ella no era nada feliz con esto, sabe que él es el único que puede protegerla de todos los peligros que acechan.