Muchas veces pensamos que para cambiar nuestra vida necesitamos hacer cambios drásticos. Sin embargo, según el experto en hábitos, James Clear, el cambio real viene del resultado de cientos de pequeñas decisiones: hacer dos flexiones al día, levantarse cinco minutos antes o hacer una corta llamada telefónica.
Clear llama a estas pequeñas decisiones “hábitos atómicos”, tan pequeños como una partícula, pero tan poderosos como un tsunami. En su libro innovador, “Hábitos Atómicos”, nos revela las fuerzas ocultas que moldean nuestro comportamiento – desde nuestra mentalidad, pasando por el ambiente, hasta la genética – y nos demuestra cómo esos cambios minúsculos pueden crecer hasta llegar a cambiar nuestra carrera, nuestras relaciones y todos los aspectos de nuestra vida.
¿Qué son los hábitos?
Los hábitos son comportamientos que se vuelven automáticos y se realizan sin pensar. Los establecemos a través de la repetición constante y pueden ser tanto buenos como malos. Crean el fundamento de nuestro comportamiento y son fundamentales para nuestro éxito o fracaso.
¿Cómo se establecen los hábitos?
Según Clear, los hábitos se establecen a través de la “Regla de los Tres R”: Recordatorio (Reminder), Rutina (Routine) y Recompensa (Reward).
El recordatorio puede ser cualquier cosa que desencadena el hábito. La rutina es el comportamiento en sí mismo y la recompensa es lo que recibimos después de realizar el comportamiento. Al repetir este ciclo una y otra vez, creamos hábitos duraderos.
¿Cómo cambiar hábitos?
Para cambiar un hábito, necesitamos identificar el recordatorio, la rutina y la recompensa. Los hábitos no pueden ser eliminados, pero pueden ser reemplazados. Por lo tanto, si identificamos la rutina y la recompensa de un hábito no deseado, podemos reemplazar la rutina con otra cosa y mantener la misma recompensa. Así es como cambiamos los hábitos no deseados por hábitos saludables y beneficiosos.
Los hábitos atómicos
Los hábitos atómicos son pequeñas decisiones que realizamos a diario. Estos pequeños comportamientos pueden parecer insignificantes, pero al realizarlos constantemente, pueden producir grandes resultados a largo plazo.
Algunos ejemplos de hábitos atómicos pueden incluir beber un vaso de agua al despertar, leer una página de un libro antes de dormir, hacer estiramientos en el trabajo o decir “gracias” con más frecuencia. Estos pequeños cambios pueden tener un gran impacto en nuestra vida y en nuestros objetivos a largo plazo.
Desarrollando hábitos atómicos
Para establecer hábitos atómicos, es importante comenzar con pequeñas decisiones. Clear sugiere comenzar con hábitos simplemente imposibles de fallar, como hacer dos flexiones al día.
También es importante establecer un recordatorio, así como encontrar una manera de hacer el hábito agradable. Por ejemplo, si el hábito es correr, puedes escuchar tu música favorita mientras corres.
Es esencial ser coherente al principio. Si nos saltamos un día, se vuelve más fácil saltarnos otro y otro, hasta que el hábito deja de formarse. Sin embargo, si somos consistentes, el hábito se convierte en automático y requiere mucho menos esfuerzo y motivación para mantenerlo.
Cómo los hábitos atómicos cambian nuestras vidas
Los hábitos atómicos pueden parecer pequeños, pero sus efectos son enormes. Si nos enfocamos en realizar cambios pequeños y consistentes a diario, estos se acumulan y nos acercan a nuestros objetivos a largo plazo, transformando gradualmente toda nuestra vida.
Además, los hábitos atómicos son la clave para establecer cambios duraderos. En lugar de hacer grandes cambios y correr el riesgo de volver a nuestros viejos hábitos, los pequeños cambios son más fáciles de mantener y se establecen de manera permanente en nuestra vida cotidiana.
Conclusión
Los hábitos atómicos pueden parecer pequeños y poco importantes, pero son la clave para cambiar nuestras vidas y lograr nuestros objetivos a largo plazo. Al establecer hábitos atómicos, podemos establecer cambios duraderos en nuestra vida y transformarla calmadamente. Por lo tanto, en lugar de establecer objetivos insuperables e inalcanzables, debemos enfocarnos en pequeñas y constantes mejoras, ya que son las que generan grandes transformaciones.