Jessica tenía seis años cuando nació su hermano Sergio y era claro que ese pequeño niño había llegado para darle felicidad a su vida, era muy lindo, tenía ojos achinados y su madre dijo que era por un síndrome de algo que no recordaba, ella estaba feliz de tener un hermano pequeño y juró siempre querer a Sergio.
Esta es la historia de Sergio a través de los ojos de su hermana que siempre ha estado orgullosa de tener a su lado a un chico con síndrome de Down que llena sus días de felicidad y le contagia con su alegría y energía, además le fascina su apetito voraz y el gran amor que le tiene al baile, así que ya puedes imaginar que estaes una historia hermosa de amor fraternal.